lunes, 27 de junio de 2011

Belleza vs. Martillo

Hay un embudo en mi cabeza por donde se van mis pensamientos, un tuvo en mi pecho, por donde se van mis sentimientos, una manguera en mi ombligo, por donde se van mis alucinaciones.




 Belleza vs. Martillo


A quien saluda
con esas manos libres
que parecen alas?
Romances sin remera
nos miran desde una esquina
donde paran los colectivos
repletos de gente apestada
de aburrimiento colectivo.
A quien saluda
con esa belleza agresiva
arruinando lo horrible de mi vida?
Parece que nadie le dijo
que caminar por esta calle
es tan peligroso como andar
por cualquier lado donde
este cerca alguien
con los ojos abiertos...
Como ignorar su presencia?
A veces se vuelve doble
el vértigo del reencuentro...
Y yo sigo apestado,
aburrido como un martillo
sin clavos...

1 comentario:

  1. Me es bastante familiar ese sentimiento de ser un martillo sin clavos.

    Supongo que disfrutar de la belleza también tiene sus efectos secundarios.

    Y que bien que escribes.

    Interesante eso de parar en el ombligo y no seguir bajando.

    Me alegro mucho de volver a leerte.

    Un abrazo.



    D.L.

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