jueves, 7 de julio de 2011

LÁGRIMAS SIN RUMBO

Cuando quise volver a mi hogar
encontré las puertas cerradas,
y por las ventanas
ni un gato me miraba...
Me alejé sin rumbo,
para encontrarme perdido,
sin el calor de un refugio,
vagué por tiempos alargados,
como un perro sin amo,
hambriento y enfermo,
y por si acaso insultado.
El pan me trae recuerdos,
añoranzas de ese pasado,
y parece que entre las sombras
algún retazo de mí
se salvó del olvido,
ya no sé si es mi memoria
o un hermoso sueño inventado.
Cuando quise volver a mi hogar
sólo quedaba, todo para mí,
un espacio vacío
y es ahí donde habitan
estas lágrimas sin rumbo.


u.V

3 comentarios:

  1. En tiempos de tristeza es muy difícil volver a hogares donde fuimos muy felices.

    Las lagrimas derramadas tienen sitio donde morar, pero ¿Y las que nunca se arrojan?

    Eres un gran escritor.

    Un abrazo.



    D.L.

    ResponderEliminar
  2. Si al volver a ese lugar al que llamas hogar no había más que vacío, entonces no era tu hogar de verdad. Algún día lo encontrarás ;)

    un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. es hermoso
    suena epico, suena a añoranzas de un rey desterrado

    :)
    me encantó!

    ResponderEliminar