Mi llegada no fue forzada
ni casual, ni podría describirla
con las monedas que encontré
enterradas en la nieve.
Había un libro también,
habían huesos, había un nombre,
una historia enterrada
en un cajón.
en un cajón.
Y quien era él? O quien fue?
Como murió, dónde quedo
su memoria?
Una vez, tuve la sensación
de comprender
algo que no podía explicar,
era el recuerdo de un recuerdo
de una memoria ajena,
o el tacto de una caricia
en otro cuerpo,
sin embargo.
Tormentas detienen
su espacio gris
por un instante.
Toda la vereda
iluminada de colores
atraviesa nuestros pasos,
nuestra visión,
nuestros sentidos,
por un arco.
I.u.V
Foto y texto por yo, en estos días nublados
Me alegra que estés escribiendo, te deseo un feliz año nuevo! y que sea mucho mejor que el que pasó. Abrazo!
ResponderEliminarUNA JOYA, SALUDOS!
ResponderEliminarSupongo que siempre habrá un arco, o un lucero, que nos sirva de guía, asidero o timón, para comprender lo que nunca sabremos explicar. No se.
ResponderEliminarAbrazos.
D.L.
son hermosos tus arcos
ResponderEliminar:D
sos un genio ;)
mua
AOO
algo que nos deje una señal... siempre
ResponderEliminarbesos
un arco...un puente...
ResponderEliminarun placer leerte
mil besos*
Nuestras manos guardan la memoria del amor del mundo, por eso, muchas veces, una caricia suele convertirse en el arco que nos impulsa al encuentro (de nosotros mismos en otro)
ResponderEliminarCada vez que vengo me encuentro con un poema más lindo, besos