lunes, 5 de abril de 2010

Admirado en las sombras

Esta vez,
la invención de tinta
se expandió más allá
de la extensión del papel
en donde se calzó sus vestidos de lírica,
y desde la multitud
los hombres arrastraron sus aplausos
hasta el balcón,
donde Ella,
mujer de altivos ojos
que Arabia codicia,
escribe y revela
su poesía arborescente
a la luz de las velas
que duran toda la noche
que la ha visto, al cabo,
rendirse entre mis brazos.
Qué inexplicable sensación
resuena del romance
entre las letras abismadas
de las ramas de sus árboles...
Y yo, soy un hombre más,
soy un árbol más, tal vez...
Un ángel caído
en busca del verbo
que habita en el secreto labiado
en mi verdad equilibrada entre la suya.


u.V

5 comentarios:

  1. A veces no hay espacio suficiente para expandir lo que se siente, lo que se querría decir o escribir y que un papel , tan limitado, no puede abarcar.
    Aunque la inspiración, como una amante repose en tus brazos, siempre quedará insatisfecha la búsqueda de la belleza y la poesía.

    Un abrazo.

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  2. Creo que la verdad una vez que está equilibrada deja de ser verdad.

    Pero, que digo yo... ¿Qui est veritas? ¿La belleza? ¿El amor? ¿La hermosura? ¿O los sentimientos imposibles de contar y mucho menos transmitir?

    No me hagas caso, hoy estoy de vuelta de demasiadas emociones.

    Un abrazo.




    John W.

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  3. :{. (jeje)


    ella
    es la que se derrite toda
    cuando escucha tu voz

    :)

    es hermosa esta poesía

    besitos

    !

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  4. pd. Polidori ha enloquecido (?)

    (jejeje)

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  5. aplausos,aplausos,aplausos!


    y un beso*

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