Tras las estrellas apagadas
me esperan mil muertes
disfrazadas de tristeza,
de frío y soledad,
a través de todas las puertas
y las ventanas que dan a su ausencia.
Me pregunto dónde está
el principio que siempre busco
cuando recito en silencio sus poemas,
cuando la brújula de sus mil colores
está demasiado lejos
como para que yo pueda encontrarme.
Y dónde quedé?
En alguno de los instantes
que no sé describir,
en alguno de los silencios
que se hizo tan espeso,
que mirando, yo,
la nada como verbo y tiempo,
la nada
desforme que me apuñala,
la nada en una taza,
la nada
de mi rumbo sin rumbo,
del momento perseguido
por caminos desiertos,
en la bruma de la noche
me asombra sin, sin, sin, sin,
y repiquetean los sin
encubiertos,
trepando por las paredes
de mi conciencia negligente.
La nada
se queda.
Me abrazo,
con los brazos vacíos,
con las manos brutas
que tengo como si no las tuviera.
Algo me dice que las paredes
son edificios de hierro
alrededor de mi encierro,
y yo me sepulto la cara
entre las manos que dejo
sin tener entre ellas otra cosa
que no sean aterradores rostros.
Envuelvo los silencios
en mi bufanda,
las palabras pobres,
los miedos sigilosos,
se vuelven rayas.
Me vuelvo al oscuro color
de los ojos cerrados
que ven
apenas
un paisaje negro.
u.V
hola
ResponderEliminarau q triste
pero esta lleno de descripciones bellas (dentro de lo oscuro)
los sin repiqueteando.. q loco !
y tus manos ...
besitos despatarrados
xD
En un principio me ha parecido un poema muy triste, luego he visto al ser humano en la búsqueda permanente.
ResponderEliminarLa nada es la venda que cubre nuestros ojos, lo que nos impide ver con una mirada nueva.
¿ donde está el principio que buscas ? creo que no muy lejos de ti...en el fondo de tu alma.
Ancla tu corazón en la esperanza y la nada se evaporará en un instante.
Afectuosos saludos.
cuánto dolor,cuánta belleza!
ResponderEliminarla nada
alguna vez
también
se llena
de
todo
besos*